Importancia de la Oratoria (2)

IMPORTANCIA DE LA ORATORIA

La oratoria es fuente de múltiples beneficios para el ser humano. El más general de todos ellos es el mejoramiento de su capacidad de comunicación, lo que significa: cumplimiento de un requisito primordial –por tanto, insoslayable– para el desarrollo integral y armonioso de su propia personalidad; esto implica, también, que el desarrollo de la capacidad de comunicación oral es un aspecto del desarrollo personal.

Hablar bien, en público o en privado, es uno de los principios fundamentales para alcanzar una vida signada por el éxito. La palabra, utilizada con criterio y sapiencia, siembra y cosecha prestigio, admiración y respeto para quien lo cultiva, habriéndole un sinnúmero de puertas en el laberinto de la vida.

La persona que habla con soltura y belleza, con claridad y agradable dicción, crea alrededor de sí un campo sicogravitacional capaz de manifestar influencia y un efecto de atracción sobre sus semejantes. Al margen de su apariencia física –siempre que ésta no sea verdaderamente repulsiva–, la persona que habla bien, lo quiera o no, se convierte en el guía, portavoz y depositario de la confianza de quienes le rodean.

El dominio de la palabra genera liderazgo. Las personas siempre están pendientes de lo que pueda decir o hacer aquel que sabe expresarse en público y que es ameno, agradable y correcto en su conversación. Todos esperan escuchar su opinión sobre los problemas colectivos, porque es el ser que con su elocuencia racionaliza las cosas difíciles dándoles claridad y belleza. Todos esperan el momento de recibir una ración de su ejemplar grandilocuencia para exaltar y multiplicar una alegría; o el bálsamo de su verbo para mitigar el dolor, propio de algunos episodios de la existencia humana.

En conclusión, la magnitud del éxito que logra obtener una persona está en relación directa con su dominio de la oratoria. Aprender oratoria es aprender el arte de utilizar la magia de la palabra para triunfar en la vida; por algo la oratoria representa la síntesis del fin útil con la expresión bella y reflexiva.

(De: “Oratoria Dinámica”, de Samuel Quispe Alvarado)

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